Diez años Demiúrgicos - Aquatrópolis - Final

Esta es la parte final de la historia Aquatrópolis. Si desean leer la primera parte pueden pasar aquí





… La langosta híbrida los dirigió sigilosamente con sus largas antenas por los pasillos estrechos, subiendo y bajando por diferentes laberintos de módulos hasta llegar a un pequeño templo.

Allí los recibió una rubia y atractiva mujer que se presentó como la profesora Ana Karenina, especializada en biología celular que, les indico la siguieran al interior del recinto. Una vez dentro, la gran pantalla holográfica se desplegó delante de ellos, y de inmediato le dio datos sobre el grupo.

- ¡Vaya! Pero si vienen del siglo XXI. ¿A qué se debe vuestra visita? - inquirió fríamente.
- Le aseguro que no estamos aquí por placer. - respondio, Mara Laira.

- Fue una mala jugada del destino, y no tenemos otra opción hasta dentro de 24 horas. - respondió Dmiurgo seriamente.
- ¿Asumo deben estar preparados para enfrentar al caos que han llegado? - replicó ante aquella voz profunda y masculina.
- ¡Ese no es problema alguno! - intervino, Atalanta.

- La caja de pandora nos solucionara todo obstáculo. - dijo Mara Laira, incapaz de reprimir el sarcasmo. Ella la vio con desdén y media sonrisa mientras acomodaba su largo cabello.

- De ser así, les explico la situación. Nos encontramos en el núcleo de una pirámide tetraédrica que nos protege de Markov, un científico que experimenta con el ADN humano en los delfines y otras especies mediante ingeniería genética. Aunque la zona está perimetrada y protegida por los coeficientes binomiales, no estamos a salvo de cualquier ataque. - concluyó, quitándose los lentes.

- ¡Es algo tan inhumano! - dijo Atalanta con cara de disgusto.
- Por eso huimos de la ciudad de Aquatrópolis. Mi madre trabajaba con Markov, en la bioquímica molecular, pero se reveló por la crueldad desaforada que lo trastornó. -

La conversación fue interrumpida por una serie de alarmas que activaron por las señales de los peces nanobots al detectar intrusos. La profesora corrió hacia el panel de información, quedando estupefacta al ver un escuadrón de verdaceas sardinas híbridas invadir la primera entrada de la pirámide.

- ¿Marvin, que ocurre? - gritó buscando ayuda del ingeniero químico.
- ¡Los sensores de las señales están obstruidos, no tenemos lecturas! - gritó, al no encontrar solución.
- ¡Seguro nos arrolló un campo magnético, el cual afectó la pila de esferas! - concluyó consternado.
De inmediato El Dmiurgo manipulo su escáner y comprobó que la presión interna estaba muy baja.

- ¿Pero qué haces? - protestó Duality.
- Busco la información encriptada de nuestros trajes para reactivar la biomórfologia. ¡No puedo activar la hipervelocidad en nuestras botas jets! - respondió desesperado.
- ¡Maldición! De que les ha servido los avances biomédicos. - vociferó Atalanta, impactada por la situación.
- ¡Onda acuática, más tele transportación! - ordenó Mara Laira inútilmente, al dispositivo de auxilio colocado en sus guantes.

Al instante, escucharon un soberbio estallido que los dejó a oscuras y sobrecogidos de terror. Las miradas atónitas del Dmiurgo y sus compañeras se posaron en las figuras luminiscentes e incandescentes que invadían la oscuridad alrededor de ellos acompañada de ondas ultrasónicas.

- ¡No hay nada que hacer, somos presas acorraladas! - gritó la profesora con la voz a todo pulmón.
- ¡Chicos! ¡Usemos la transformación energética de nuestro pectoral para activar los propulsores! - advirtió Duality desde su monitor personal.

Sin perder tiempo intercambiaron luces infrarrojas para activar su poder alquímico, pero justo al tiempo de la conexión una figura con voz metálica envuelta en una ráfaga de luz cegadora los interrumpió, dejándolos boquiabiertos por completo.

Bajo un potente y estruendoso sonido comenzó a descender el Viajero Interdimensional en un rombo de colores fluorescentes. Al pisar suelo, una ráfaga de ¡Happy birthday Dmiurgo! se dejó escuchar, el cual, fue seguido por el “escuadrón” de amigos reales y virtuales disfrazados con sus fantasmales trajes sardinas. Sus compañeras cómplices de esta aventura onírica se lanzaron a reír al ver la cara de asombro del Dmiurgo.

- ¡Me han tomado el pelo! He caído redondo, no me lo esperaba. -
Las chicas emocionadas lo abrazaron y lo besaron efusivamente.
- ¡Hey, un momento! Exijo me digan como lograron introducirme a esta pesadilla sin darme por enterado. -

El viajero se acerca al homenajeado para felicitarlo y señalar los culpables.

- Soy el responsable de abrir el vórtice dantesco y Duality de conectarte al plano onírico donde los sueños se vuelven realidad con todo y sus peligros. - explicó con genuina alegría. Dmiurgo, movido como un resorte se llevó la mano a la cabeza y recuperándose de la impresión se dirigió a los concurrentes.

- Mi agradecimiento a todos y cada uno de los visitantes en mis distintas plataformas virtuales a través de los años. Tengo coleccionado un sinfín de aventuras y experiencias únicas. Gracias por esa satisfacción. - concluyó, mientras sus amigos le ofrecieron una avalancha de aplausos.

- ¡Detonen la música! - grito alguien desde lo alto de un pedestal. Enseguida el ambiente fue invadido por el estallido de una voraz música electrónica.
- Mara Laira se giró a la derecha y sonriendo le dijo:
- Este día es único. - Después le propinó un largo y apasionado beso.

Comments