Buscando la Felicidad: El dia feliz de Kyo Kamura

Este jueves: Escribir un relato en el cual se busque la felicidad.

Nota: Fanfic de género Yaoi con leve contenido sexual.


Un cuerpo desnudo de piel suave y bronceada resplandeció bajo la diminuta luz de la lámpara. Kyo Kamura dejó escapar el humo del cigarrillo, una incertidumbre tambaleo su interior.

<< Debería olvidar mi obsesión>>  pensó, el tick tack del reloj martillaba su conflicto moral con indiferencia y desdén.

Kyo se sumergió en silencio durante unos instantes, lo único que se escuchó en la habitación fue el sonido de ambas respiraciones. Sabía que la felicidad consistia de disciplina, sin hipocresías o dobleces. Sin embargo, su negativa general a aceptar su realidad fue más fuerte, proyectando ser el típico macho, algo completamente anormal para su personalidad, pero ser agresivo, le facilitaba ser identificado como Kio Mantura.

- ¿Quieres que me vaya? - murmuró el joven doncel, mientras miro la leña quemándose en la chimenea.

- No todavía. - respondió, volviendo a la cama con su virilidad desnuda.

- ¿Que esperas, acaso no te urgía hacer esto? - le pregunto intrigado.
Ryo no respondió, pero su aliento le acarició los labios y lo beso. Un ósculo tan posesivo y húmedo, que la saliva intercalada se tornaba en hilos de telaraña que unieron sus bocas.

Sin más preámbulos, sus manos volvieron sobre sus glúteos, masajeando su carne firme para entregarle calor y placer que es lo que él buscaba sentir. Después, dejó caer todo el peso encima de su rostro, mientras el joven de pelo rojizo jadeaba intentando no ahogarse, pero a él poco le importaba, sólo buscaba satisfacer su lascivia. Sus flecos azabache acentuaron su actitud agresiva y de embeleso al sentirse en la profundidad de aquel ser.
Cuando se dio por satisfecho, lo abrazo llenándole de besos y caricias, dejando que descansara sobre su pecho, él le miró sonriente con todo el placer a flor de piel.

- Me hicistes muy feliz este dia. - quiso decirle, pero se quedó callado.
Ryo no tenía intenciones de volver a encontrarse con su amigo, a pesar de haber disfrutado al máximo esa primera vez. No podia, ni queria, o quizá no estaba listo para deshonrar el Génesis.

- ¿Quieres ir a la discoteca? - pregunto el chico sonriente, mientras encendió un cigarrillo.

- No esta vez. - contestó, entretanto se puso los pantalones.
Antes de despedirse besó con desesperación a aquel cuerpo masculino que le había causado el más tortuoso y exquisito placer que un ser humano pudiera experimenta. A la mañana siguiente, una llamada a su celular lo despertó.

- !Voy para allá! - respondió, saltando de la cama. Al llegar a su destino, se desabrocho el cinturón, abrió la puerta y salió del auto.

- !Detective Kamura! - le gritó un sargento, llevándolo del codo hasta el círculo de la torre.

Un oficial levantó la sábana blanca para mostrarle el cadáver, que estaba irreconocible por los golpes. Kyo observó la marca en el abdomen del chico, el peculiar sello de los Yakuza Ninja.

- Lo siento mucho. - le dijo el capitán. Su amigo y compañero de trabajo, lo asesinaron la noche anterior saliendo de la discoteca transexual Kyoto.


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