Este jueves: escribir un relato que esté empapado de lluvia o cubierto de nieve.
La llegada del invierno marca el momento de guardar el bikini y sacar la La llegada del invierno marca el momento de guardar el bikini y sacar la ropa de esquí. Por esa razón, tras varios días organizando agendas para poder tomar vacaciones, finalmente había llegado el momento.
Saiyan Carlos tenía todo preparado para esta mini aventura, dos semanas de vacaciones en las hermosas montañas de Adirondack.
El primer dia nos levantamos temprano, preparamos el equipo y partimos hacia la montaña, bajo un esplendoroso cielo azul. Después de varias horas de esquiar líneas verticales con pendientes sobre los 40 grados, optamos por descansar. Al caer la puesta de sol, una increíble luna llena nos acompañó durante toda la noche.
Nos despertamos sobresaltados en la madrugada. Un enfurecido viento soplaba contra la tienda de campaña, lanzando copos de nieve como si fueran balas; había caído cerca de medio metro y no paraba.
- Debemos marcharnos. Creo que esta por caer una tormenta de nieve. - me dijo Saiyan con preocupación.
Enseguida tratamos de comunicarnos, pero perdimos la señal. Con rapidez empacamos varias cosas, nos colocamos los pasamontañas y las gafas para la nieve y salimos de inmediato. Algunas horas después de caminar, ni una huella podía verse por el soplo invernal. Algo me decía que nos habíamos perdido a pesar de tener la ruta bien estudiada.
Así caminamos en silencio, golpeados por torbellinos de nieve. Las terribles ráfagas de viento y nieve obstaculizaron nuestros pasos y visión. Estábamos a la merced de un temporal desolador que oscilaba entre los 35 grados bajo cero. Unos diez metros más, encontramos una pequeña pendiente, que deslizaba suavemente hacia unos enormes riscos.
- Allá, a la derecha. !Mira! - grité, con la quijada temblando.
- Cierto, ¡vamos! - respondió Saiyan, exaltado. Como pudimos, fuimos descendiendo con la esperanza de encontrar un refugio. De pronto, al ir cuesta abajo, nos quedamos sorprendidos, al ver de lejos que, un equipo de rescate venía hacia nuestro encuentro.
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