Terrorismo patrio - Espia humanoide

Este jueves:  escribir un relato relacionado con el terrorismo patrio. 







Sunny Dane se infiltró en una reunión secreta y descubrió que la siniestra organización conocida como SHADOW había descubierto a la espía humanoide antiterrorista. Cuando llegó a la ciudadela de Newyórpolis, se bajó del auto y caminó presuroso. Ni se molestó en mirar el cronómetro que había programado con la cuenta regresiva. Los sesenta minutos corrían de prisa, sabía que tenía que jugársela o de lo contrario el rescate de Troyka, la muñeca sexual antropomórfica espía sería destruida.

El detective Dane se movió rápidamente entre las calles plagadas de carteles de neón. Cuando estaba llegando a la esquina del edificio del burdel de las bots violeta, vio la entrada principal vigilada por varios matones. Paso de largo y se desvió en un estrecho y largo callejón que daba a la parte de atrás. Saco una semiautomática y abrió una doble puerta de metal. Un fuerte olor a goma de silicona, plástico y caucho le inundó hasta causarle malestar.

Con gatunos movimientos se deslizó por los pasillos hasta encontrar una escalera de metal fosforescente que lo condujo a un sótano con muchas habitaciones. Entreabrió una puerta y a un metro de distancia, estaba la bot humanoide inmovilizada con la cabeza inclinada. Una vez dentro las cosas se complicaron.

- !Alto, dame el arma y camina! - le dijo, un hombre robusto presionando el frío cañón del revólver en la parte baja de su espalda.

Al entrar a la estancia, un hombre de barba con un fuerte acento árabe se acercó a él.

- !Llegas tarde, se te acabó el tiempo! además este no fue el trato. - vociferó, con una afilada y peligrosa mirada.

- !No espera! En este maletín están las ampollas de isótopos radioactivos que exiges por la venta del sexbot cinco cero. Aun me quedan sesenta segundos. - respondió Dane, mientras deslizó con sigilo de la manga de su gabardina un pequeño revólver.

El matón se agachó para levantar el maletín y en un microsegundo recibió un codazo en la quijada que lo desvaneció.

- Tu plan para vender los sexbots como mortíferas armas terroristas a fracasado. !La interpol te ha rodeado, no hay escapatoria! - dijo, mientras le apuntaba con su revólver.

- Será mejor que entregu .... -

Enseguida, las palabras del inspector fueron silenciadas por un disparo y por el grito del árabe, el cual le siguió, cayendo mortalmente herido. El  terrorista murió de un disparo en la cabeza, y el inspector, cayó en el suelo con una mano sobre el pecho. De su gabardina salió rodando el cronómetro de plata.

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